A modo de introducción de la información que compartimos. Reflexionando sobre los candidatos en las ultimas elecciones generales y visto los resultados, no dejo de pensar ¿ en que ha cambiado algunas de estas personas para pasar del clamor y los aplausos del partido a darle de lado y cuestionarlo?.
Señores, cuando un partido y sus militantes apuestan por un candidato para liderar un proyecto político hay que ser consecuente y el respaldo se debe producir antes durante y después ( aun mas)
y digo mas, nadie conoce a ciencia cierta la persona designada, pero las personas nos lo creemos apoyamos, aplaudimos, defendemos y votamos.
y otro si digo, la campaña política ha sido brutal y nos ha convencido, por ser un socialista que ha defendido hasta la saciedad el proyecto del PSOE y la dignidad de las personas y de la sociedad. El no ha fallado, lo ha hecho la democracia en las urnas ( quizás con otro u otra hubiera sido mucho peor) por eso no vale todo. Potenciarlo con mas fuerza es lo que toca. Seamos políticamente honestos .
Considero harto peligroso cuestionar a un lider el día después de..........eso nos va a hundir y tendremos aun mas incrédulos votantes, políticos y mas división interna. PIÉNSENLO en favor de la POLÍTICA y no de los INTERESES.
¿Votamos desde la emoción o la razón? ¿Nuestra intención de voto nace de nuestro cerebro límbico (donde se generan las emociones) o de nuestra corteza cerebral (donde se generan los procesos racionales)?
Ya lo advertía Maquiavelo: “Los hombres, por lo general, juzgan más las apariencias que la realidad”.
Las investigaciones al respecto nos muestran cómo determinados juicios elaborados por los votantes respecto de la conducta no verbal y la personalidad de los candidatos políticos, pueden predecir su éxito electoral. Esto sugiere que los votantes dependen profundamente de las apariencias al elegir el candidato al que votarán.
Socialmente se asume que los votantes somos exclusivamente racionales y nuestras elecciones están libres de condicionantes. Se supone que un sistema democrático debe partir de votantes razonables, ya que la elección de las personas que conduzcan el futuro de su estado, dependerá de su sano juicio. Pero la elección del candidato adecuado supone tener en cuenta multitud de aspectos (consideraciones religiosas, económicas, morales, de seguridad, sociales, aspectos domésticos e internacionales). Los votantes estamos inundados con información procedente de prensa escrita, televisión, radio e Internet, rumores, entrevistas, noticias, etc. que deberán ser retenidas, codificadas, y posteriormente recuperadas para realizar la elección individual del candidato.
La psicología cognitiva nos enseña que cuando nos enfrentamos a una cantidad ingente de información, las personas tendemos a simplificar. Por ello, dada la complejidad de la votación, no debe sorprendernos que los votantes tomen atajos mentales para llegar a sus decisiones finales.
La investigación en el terreno de la política ha identificado varios caminos que los votantes usan para simplificar este proceso de decisión. Muchos votantes parecen depender enormemente de la cercanía ideológica del partido al escoger candidatos pero otras estrategias suponen el uso de señales no verbales que nos inclinan a votar a una u otra persona, como puede ser la frecuencia de voz. Gregorio y Gallagher (2002) analizaron las frecuencias de voz de los candidatos en 19 debates televisados en las elecciones presidenciales americanas, encontrando cómo un candidato, a través de su frecuencia de voz puede demostrar la dominación social relativa dentro de un debate.
En los últimos años, en materia política, las señales visuales han adoptado un primer plano. Varios estudios han demostrado una relación entre varias señales visuales no verbales y la intención de voto. El comportamiento no verbal de los políticos carismáticos es mucho más imitado por sus votantes que el de los políticos que no lo son. Se considera también de gran importancia la reacción no verbal del político ante determinadas noticias importantes para la sociedad. Diversos estudios inciden incluso en la influencia que tiene la expresión facial de los locutores de televisión cuando se refieren a un candidato concreto. Se demostró que los votantes parecieron favorecer al candidato para quién el locutor expuso las expresiones faciales más positivas. Igualmente en entrevistas, el comportamiento no verbal de un entrevistador pudo impactar en cómo los espectadores percibieron al político. En particular, la imagen de un político sufrió un menoscabo considerable cuando el entrevistador era hostil.
En estas investigaciones se trataron también lo competentes que pueden llegar a parecer los candidatos a través de su apariencia facial, independientemente de que lo sean realmente o no.
Los resultados muestran que la inferencia de competencia está estrechamente ligada a la madurez facial y la atracción, y añaden que la apariencia influye más en los votantes menos inteligentes que consumen una gran cantidad de programas televisivos. SIGUE....