Después de señalar al Parlamento Andaluz como posible conocedor de la trama corrupta que hay detrás de las transferencias de financiación aprobadas en los presupuestos de la Junta, la juez Alaya podría no desanimarse y alcanzar cotas nunca antes vistas en la administración de Justicia.
Si tan convencida está de que esa figura presupuestaria es en sí misma perversa y por su sola existencia generadora de actos delictivos, la juez deberá señalar no solo a los parlamentarios andaluces que la aprobaron, sino incluso a quienes hicieron lo mismo en otras comunidades autónomas.......
Lo que me ocurre es que temo que al final no sea eso lo que veamos porque la instrucción de la juez parece cada vez más un sainete que además empieza a producir demasiado daño a demasiada gente que no tiene nada que ver con ella. Los ciudadanos no tenemos por qué soportar que la magistratura dilate in aeternum un proceso para que así pueda servir como arma arrojadiza contra partidos con los que no simpatiza. La lucha política democrática tiene otros frentes, mientras que ese uso perverso de los procesos judiciales solo conlleva la provisión ineficiente de un servicio público esencial y que los culpables se beneficien de los errores e imprudencias que así se van acumulando.
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